Prevención y erradicación de la violencia de género en México: un análisis de la figura de la violencia política en razón de género
En México, aún hace falta reforzar las políticas de prevención para lograr que la igualdad y la no violencia sean parte de la vida cotidiana. En la visión de nuestra experta en este tema, estas políticas deben orientarse hacia dos caminos: potenciar la participación y legitimidad de las mujeres en todos los espacios sociales, y al mismo tiempo, deslegitimar cualquier forma de violencia.
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Para comprender y profundizar mejor este fenómeno, en GAMIP ALC consultamos a la especialista Lilia Monroy Limón, licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), maestra en Estudios de Género por el Colegio de México (COLMEX), maestra en Terapia Familiar por el Instituto Latinoamericano de Estudios de la Familia (ILEF) y maestra en Consejería en Sexualidad por el Instituto de Estudios Superiores en Sexualidad (CESSEX). Con más de 20 años de experiencia como terapeuta, se ha especializado en género, terapia relacional, feminismo y narrativas, además de una amplia trayectoria como docente y consultora en temas de igualdad y prevención de la violencia.
Panorama de la Violencia contra las Mujeres en México
La última Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH), del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), realizada en 2021 y que, es una encuesta especializada y constituye un elemento esencial para conocer la magnitud de la violencia contra las mujeres de diversos tipos, ámbitos y etapas de la vida, proporciona el siguiente panorama.
Mujeres de 15 años y más de edad
En 2021, a nivel nacional, del total de mujeres de 15 años y más, 70.1 % han experimentado al menos un incidente de violencia, que puede ser psicológica, económica, patrimonial, física, sexual o discriminación en al menos un ámbito y ejercida por cualquier persona agresora a lo largo de su vida.
La violencia psicológica es la que presenta mayor prevalencia (51.6 %), seguida de la violencia sexual (49.7 %), la violencia física (34.7 %) y la violencia económica, patrimonial y/o discriminación (27.4 %).
Mientras que, de octubre 2020 a octubre 2021, 42.8 % de las de mujeres de 15 años y más experimentaron algún tipo de violencia, la violencia psicológica es la que presenta mayor prevalencia (29.4 %), seguida de la violencia sexual (23.3 %), la violencia económica, patrimonial y/o discriminación (16.2 %) y la violencia física (10.2 %).
Respecto de 2016, los resultados de 2021 muestran un incremento de 4 puntos porcentuales en la violencia total contra las mujeres a lo largo de la vida.
Las entidades federativas donde las mujeres de 15 años y más han experimentado mayor violencia a lo largo de su vida son: Estado de México (78.7 %), Ciudad de México (76.2 %) y Querétaro (75.2 %).
Mientras que los estados con menor prevalencia son: Tamaulipas (61.7 %), Zacatecas (59.3 %) y Chiapas (48.7 %).
Violencia contra las mujeres por entidad federativa
Las entidades federativas donde las mujeres de 15 años y más que han experimentado más violencia de octubre 2020 a octubre 2021 son: Querétaro (49.8 %), Colima (48.2 %) y Aguascalientes (48.0 %).
Por su parte, Baja California (37.2 %), Tamaulipas (34.2 %) y Chiapas (26.9 %), son las entidades que presentan las prevalencias más bajas en ese periodo.
Tipos de violencia que viven las mujeres
De acuerdo con la ENDIREH 2021, la prevalencia de violencia (de cualquier tipo a lo largo de la vida) contra las mujeres de 15 años y más en México, muestra que aquéllas que experimentan mayor violencia son: las que residen en áreas urbanas (73.0 %); de edades entre 25 y 34 años (75.0 %); quienes cuentan con un nivel de escolaridad superior (77.9 %) y las que se encuentran separadas, divorciadas o viudas (74.0 %).
Políticas públicas para prevenir y erradicar la violencia de género
La prevención de la violencia de género no puede limitarse a castigos posteriores: debe transformar las dinámicas sociales que la sostienen. Esto implica generar cambios graduales pero profundos en espacios colectivos —escuelas, centros de trabajo, ámbitos deportivos— para que la igualdad y la no violencia sean la norma.
Entre las propuestas que destaca la especialista se encuentran:
Justicia restaurativa: aplicar sanciones administrativas y civiles que desincentiven la violencia, con un enfoque menos punitivo que el penal.
Sanción social y comunitaria: promover que la comunidad rechace y aísle conductas violentas, fortaleciendo la corresponsabilidad.
Atención psicosocial integral: ofrecer procesos terapéuticos más prolongados para víctimas y agresores, no solo intervenciones rápidas.
Facilidad en la denuncia: simplificar los mecanismos de reporte e incorporar sanciones no penales que motiven a denunciar sin temor.
En este sentido, no se trata solo de sancionar, sino de crear entornos donde la violencia pierda legitimidad y la igualdad sea una práctica cotidiana.
La violencia política en razón de género: avances y controversias
Una de las figuras más relevantes dentro del marco legal mexicano es la violencia política en razón de género, diseñada para asegurar que las mujeres participen en la vida política en condiciones de igualdad.
Este mecanismo ha permitido avances importantes: en estados como Oaxaca, Chiapas y Guerrero se han sancionado casos contra precandidatas, candidatas y presidentas municipales, visibilizando y castigando formas de violencia que antes quedaban impunes.
Sin embargo, también se ha observado un uso tergiversado y polémico. En el actual sexenio, la figura se ha empleado en algunos casos para censurar o castigar con fines políticos o ideológicos a periodistas, ciudadanas o actores políticos. Esta aplicación indebida termina por convertirse en una forma de violencia institucional, lo que contradice el espíritu con el que fue creada.
El riesgo de este uso abusivo es grave: al socavar la credibilidad del mecanismo, se mina la confianza en las instituciones y se debilitan los avances hacia la igualdad sustantiva en la política mexicana.
Dos casos polémicos de violencia política en razón de género en México
Caso “Lady DatoProtegido”
Diana Karina Barreras, diputada federal del Partido del Trabajo y esposa del diputado de Morena Sergio Gutiérrez Luna, fue señalada en redes por Karla Estrella, una ciudadana sonorense y exfuncionaria del PRI en Hermosillo, de haber conseguido su candidatura gracias a su esposo. El Tribunal Electoral determinó que esto constituía violencia política en razón de género al invisibilizar sus méritos y sancionó a Estrella obligándola a ofrecer disculpas públicas, a pagar multas y tomar una serie de cursos en materia de violencia política contra las mujeres en razón de género y perspectiva de género.
Caso Laisha Wilkins
Laisha Wilkins, actriz mexicana y crítica del actual gobierno, reaccionó con ironía en redes sociales a una nota sobre Dora Alicia Martínez Valero, abogada y candidata a ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. El Tribunal Electoral consideró que el comentario podría constituir violencia política en razón de género y le notificó un procedimiento para aclarar su comentario en redes sociales y proporcionar información sobre su publicación advirtiéndole que podría enfrentar una multa económica.
Conclusión
La prevención y erradicación de la violencia de género en México requiere políticas públicas más integrales, restaurativas y comunitarias, así como mecanismos legales aplicados con transparencia y sin distorsiones. La violencia política en razón de género es un instrumento necesario, pero su uso indebido puede convertirse en un retroceso en la protección de los derechos de las mujeres.
Este artículo corresponde a la tercera entrega de una serie en la que seguimos profundizando, junto con la especialista, en distintos aspectos de la violencia de género.